miércoles, enero 10, 2018

Chile grandes movilizaciones por la educación ¿Qué sigue?


 

Hernán Roberto Meneses M

El país austral vivió desde mayo hasta noviembre de 2011 una ola de manifestaciones crecientes, primero desde los establecimientos de educación superior y después los de nivel medio y aun de amplios sectores de la población acompañando la protesta.

Cinco temas marcaron las exigencias de los estudiantes: financiamiento, lucro, calidad, acceso y equidad,  rol del Estado.

Las posiciones de los estudiantes y del gobierno se encuentran en oposición ideológica: Los primeros reclaman gratuidad, establecimientos públicos, un aparato estatal de ciencia y tecnología, un papel del estado como garante y regulador.

Por su parte Piñera, no obstante la protesta, endureció la política neoliberal, menos presupuesto para las universidades públicas, pero más subsidios a las privadas, sobre el particular el rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso: Claudio Elórtegui dijo: “Efectivamente, no hay incremento real de los aportes y debería haberlos, porque los recursos fiscales por alumno hoy día son inferiores a los que había en los 80. Esa es una de las razones por las cuales las universidades han incrementado sus aranceles.”

Triunfo de las protestas, claro, las tasas de interés bajaron del 6% al 2% por año, y se abrió paso la renegociación de 110 mil créditos con problemas. Un ganador de carambola, el sistema financiero chileno que ha otorgado los créditos ahora recibirá el diferencial del 4%.

Sobre la calidad, los estudiantes han pedido mayores exigencias para las acreditaciones, sin embargo la entidad responsable sigue envuelta en escándalo por corrupción. Esto dice la web del Centro de Investigación e Información Periodística (consultada 31 enero de 2012) “el ex Director de la Comisión Nacional de Acreditación , Eugenio Díaz, garantizó la acreditación institucional de la Universidad del Mar a cambio de 60 millones de pesos”.

 Las entidades encargadas del control como superintendencias y comisiones de regulación, terminan en manos de los propios controlados, lo que se ha dado en llamar en Colombia,la puerta giratoria, pasar de controlado a controlador (o viceversa). Sobre este asunto, el doctor Jaime Millán en su libro Entre el Mercado y el Estado (2005), destaca este asunto como una debilidad de los procesos de privatización del sector eléctrico en América Latina.

No obstante, no se puede adelantar a concluir que los movimientos chilenos  fueron vanos. Si bien el gobierno no va acceder a cambios sustanciales en la estructura del estado, rol, prioridad en el gasto, ha quedado en la sociedad la idea que la educación es el principal vehículo de movilidad y cohesión social en el mundo contemporáneo y probablemente sean la cimiente de cambios de tendencia en el próximo gobierno.

El caso colombiano, se nutre de la experiencia austral, la sociedad colombiana, como la chilena, espera un sistema educativo mas transformador de la sociedad, los acontecimientos por venir nos dirán de la madurez y del aprendizaje del movimiento estudiantil.

Pesa sobre los jóvenes una esperanza de mejores días para Colombia. Quienes tenemos vinculación con la universidad estamos en pie para contribuir al cambio.

 

Pereira, Agosto 27 de 2012

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