Publicado en el diario La Tarde en la edición del 6 de Octubre de 2013
Mauricio
Vega Lemus, Eudoro Echeverry y otros columnistas de la Tarde se han expresado
en el mismo sentido con respecto a los malos servicios de los guardas de
transito.
Apostados
en sitios estratégicos, esperan sus víctimas para asestarles sus afilados
comparendos, ¿Qué hacen tres oficiales de transito entre las 12 y las 13 horas,
en las calles 26 y 27 de la carrera 12 (antigua banca del ferrocarril)
esperando que el trafico obligado, por la medida de cierre del carril sobre la
calle 24 por la avenida 30 de Agosto (para tomar la avenida Belalcazar),
realice un entrecruzamiento hacia la oreja de aproximación al túnel de la
Avenida Belalcazar? ¿No será mas útil, un solo guarda, colaborando en
regulación del tráfico en ese mismo sitio en la hora pico?
Una
línea blanca discontinua indica que está autorizado hacer entrecruzamiento. Eso
hice, si está prohibido, entonces la marca del piso debe ser línea continua y
en paralelo, línea blanca discontinua.
La
medida de prohibir el cruce al sur, en la calle 24 por la avenida 30 de agosto
obligando a utilizar el paso deprimido es buena, es más segura, utiliza mejor
una infraestructura costosa, de acuerdo, y la oreja de acceso tiene línea de
tangencia a través de la antigua banca del ferrocarril, no haciendo un giro de
90 grados en la calle 27, congestionando una vía saturada, la Av. 30 de Agosto.
Como
bien dice Mauricio Vega, director de la Cámara de Comercio, cuando vemos un
guarda, no pensamos en los beneficios de su presencia, estamos sometidos al
rigor de la ley. Es aplicable lo aludido por Alan García, Presidente del Perú,
“a mis amigos lo que la ley permita, a mis enemigos, la simple aplicación de la
ley”.
Alejandro
García, director del programa, Pereira como vamos, ha llamado la atención sobre
la baja confianza en las instituciones locales, percibida por los ciudadanos.
No podría ser distinto. La autoridad y el mando de un oficial de tránsito (para
ser vistos a más de 20 kph) dependen de su talla, de la figura, de la armonía,
de la elegancia de sus movimientos. Personas de baja talla, obesos, lejos están
de un patrón seguido en la mayoría de las ciudades del mundo especialmente si
queremos distinguirnos en turismo de talla mundial, pero mejor no preguntemos
el criterio de selección.
El
Instituto de Tránsito de Pereira está lejos de percibirse como entidad al
Servicio de lo Público, y sus servidores, los guardas de transito mas lejos de
ser vistos como personas dedicadas a servir al público, dirigir el tráfico en
una intersección, coordinar el estacionamiento de los buses en los paraderos,
ayudar a los peatones a cruzar, no, la poca capacidad operativa es para multar,
esto es, para mejorar los ingresos de la entidad, para contratar mas guardas,
para elevar sus prestaciones, para dotarles, para hacer unos partes y así
sucesivamente.
Si
los directivos de la entidad quieren mejorar las finanzas, bien harían en
declarar la caducidad de un contrato de empréstito que no es empréstito y tiene
capturada la caja de la entidad, negocio hecho por un alcalde elegido dos veces
y aspira a ser otra vez elegido.
Hemos
lanzado en Twitter el hashtgag #mejortransitopereira, invitamos a seguir.
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