El presidente Hugo Chávez ha anunciado que se retirará del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), las dos más señaladas entidades económicas de la institucionalidad internacional. También ha tomado el control de las operaciones de explotación que realizaba Petróleos de Venezuela – PDVSA – con compañías norteamericanas o europeas (EXXON -TOTAL- BP - otras)
Pero estas jugadas son solo algunos elementos para consolidar una profunda alianza con la China. La operación de los pozos petroleros venezolanos, la construcción de refinerías en territorio chino y la decisión de vender las siete refinerías y estaciones de gasolinas de la Costa Este de los EUA, conforman una estrategia para aliarse, en palabras de Chávez, con la potencia que va cuesta arriba y abandonar la que va hacia abajo.
Venezuela posee las reservas de petróleo más importantes después de oriente medio y provee el 20% del consumo de los EUA, esta es un golpe importante para la China, garantizar el combustible de su gigante motor industrial.
¿Por donde llevar el petróleo de Venezuela a China? Los chinos desde la antigüedad han sido excelentes marinos, en nuestros días la bandera china es una de las flotas más grandes y poderosas. El petróleo será transportado por una flota China especialmente diseñados para esta travesía.
Una manera de ahorrarse varios días de viaje con miles de toneladas de petróleo, es construir un oleoducto Venezuela – Tribugá (Choco) y desde allí continuar por el pacífico a la China.
El oleoducto y el Puerto de Tribugá son cruciales para reducir los tiempos de viaje, el costo de viaje y el costo de los buques que no tendrían que atravesar las aguas gélidas del cabo de la Buena Esperanza. Sería un viaje por la zona intertropical del mar de Pizarro.
Para esta región que tiene a Tribugá a 230 kilómetros, el oleoducto, la posibilidad de desarrollar una industria petroquímica y de derivados, una economía de antepuerto, la vitalidad de la conexión con China y nuestra posición de Centro de Centros, constituye una gran oportunidad.
Pensar como región global implica tener iniciativas “diplomáticas” propias, regionales, para fortalecer la ejecución de proyectos para el beneficio local.
La región por su posición geoestratégica debe conformar una oficina internacional, una cancillería, para la promoción de Región. Medellín y Bogotá ya lo hacen con éxito.
Quienes están al frente de nuestros destinos, tienen la palabra, debemos leer correctamente el signo de nuestro tiempo. Las regiones son las que se hacen competitivas, la globalidad es una red de regiones competitivas. En suma, como dice el profesor Catalán Manuel Castells, “Las ciudades son las Multinacionales del siglo XXI”.
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