Ha leído bien, en el siglo 19 entre 1855-1858, en tres años, mediante el sistema de concesión Don Miguel de la Abadía, un ciudadano acaudalado de Cartago, construyó el camino Cartago – Villa de María (Villamaria) el cual incluyó los puentes sobre los ríos La Vieja, Otún, San Eugenio, Chinchiná y tres tambos, uno cada 20 kilómetros, para el aprovisionamiento de los arrieros y las recuas de mulas. Ah hombre verraco!
En el siglo XXI para ampliar ese camino llevamos 10 años, si señor 10 años, y no esta concluida la mitad.
Don Felix de la Abadía para adquirir las herramientas o contratar los ingenieros y agrimensores los debía traer de Inglaterra, descargar las mercancías en Barranquilla y traerlas en mulas hasta Cartago!!, ahora basta una llamada.
Don Ramón Rubiano para esas calendas, Gobernador de la Provincia del Quindío, con capital Cartago, y esta provincia haciendo parte del Estado Soberano del Cauca; en el acta de recibo de la obra en septiembre de 1858, decía al Secretario de Hacienda de la Confederación Granadina: “Esta vía, la mas perfecta que tiene el Sur de la República, es el vehículo de la emigración que del Estado de Antioquía pasa al Cauca, traerá consigo un caudal de industria minera y agrícola..”.
Don Félix de la Abadía a cambio de la obra recibió la Finca La Cristalina a orillas del Río Consota.
Que concesionarios tan malitos, o tan pobres, los que nos tocaron con la autopista del café!
Que diferencia con la concesión al Valle del Cauca, Cerritos – La Victoria: Una vía de 54 Kilómetros; se nota la planeación, el orden, el billete.
Ahora en la via al Valle del Cauca tenemos teléfonos de emergencia – SOS- cada 2 kilómetros, grúa, ambulancia, la vía es amplia, la señalización es buena, se nota el cambio!
En un extremo, en Manizales, la Autopista del café tiene avances importantes, desde Chinchiná es una doble calzada, iluminada, con un intercambiador vial de dos puentes. En el otro extremo, desde puente sobre el Río Barbas, el peaje en Cruces y la entrada a Armenia esta prácticamente concluida la doble calzada.
En resumen, 10 años de concesión han “aislado de Autopista” a Pereira de Armenia y Manizales, en cambio se mejoraron los tramos de Chinchiná – Manizales y Finlandia – Circacia – Salento con Armenia.
No obstante, en ese periodo Pereira ha consolidado una plataforma comercial, una oferta de servicios que cubre a Manizales y Armenia, a “pesar” de no contar con autopista.
Si el actual concesionario necesitare asesoría de Don Felix de la Abadía se pueden comunicar al 0-1855-1858, allí le dan información de cómo hacer en la mitad del siglo XIX una vía de 70 kilómetros en 1000 días.
Respetuosamente sugiero que la vía Sotará - Puente Ana Caro, se denomine “Felix de la Abadía” y la vía Cartago – Glorieta Mercasa, “Camino del Privilegio” como se nombró esa misma vía al ordenarse su construcción por la Confederación Granadina, entre los Estados Soberanos del Cauca y Antioquía.
La fuentes consultadas de este artículo son tomadas del libro, La Nueva Historia de Pereira: Fundación, Víctor Zuluaga Gómez, 2ª edición 2005 y una exquisita conferencia del Doctor Emilio Gutiérrez, sobre un libro de su autoría, en preparación, ambos historiadores de número de la Academia Pereirana de Historia.
1 comentario:
Me encantó su artículo y adhiero a la propuesta de bautizo.
Lo de la autopista del café clama al cielo, es una verguenza para la clase dirigente y una afrenta contra el tradicional talante de nuestras gentes
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